Hola a todos de nuevo.
Hoy voy a tratar de exponer una cuestión polémica entre los entrenadores que trata sobre si todos deben entrenar igual o no.
El planteamiento inicial no trae ninguna duda. En categorías de mini, desde luego, es impensable que se diferencien entrenamientos por altura, corpulencia, o coordinación de l@s chic@s.
Pero... qué ocurre en las categorías infantil y cadete?
Para mi hay una palabra que me hace pensar, y mucho, en si se debe seguir con la misma rutina o diferenciar, y esa parabra es ADOLESCENCIA.
El adolescente es una persona que empieza a tener otras inquietudes, que se empieza a preguntar el por qué y que és total y absolutamente cortoplacista, no existe "mañana", solo existe "hoy".
Todos sabemos que la categoría en la que las chicas abandonan el baloncesto principalmente es en infantil-cadete y los chicos cadete-junior. Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre el tema, pero lo que está claro es que coincide con el inicio de la adolescencia, en chicas (12-13 años) y en chicos (14-15 años).
Por lo tanto ¿no será que, quizá, no entrenamos pensando, también, en la situación (mental , hormonal, psicológica etc etc) de los chic@s?
Pero no hablo de esos chic@s "locos" por el basquet, fieles y convencidos de este maravilloso deporte, sino por aquellos que van a practicar este deporte porque llevan varios años haciéndolo, por el ambiente o porque van sus amigos y que les gusta, pero......
¿Por qué se desenganchan? ¿Qué ha dejado de gustarles?
Posiblemente, y es mi humilde opinión, los chic@s se sienten descolocados, sienten que no aportan y que el baloncesto no les aporta, es como si estuviesen perdiendo el tiempo. Y es ahí donde debemos plantearnos el reforzar la parte educativa a la parte técnica, me explico.
Como he comentado en otras entradas, el baloncesto transmite unos valores magníficos y es un elemento vehicular excelente para la educación de los jóvenes.
¿No deberíamos, entonces, pensar menos en el individuo como jugador y más en el individuo como persona?
Recientemente, leí un tweet de un entrenador que decía más o menos "Si enseñas a infantiles a jugar como seniors, cuando sean senior jugarán como infantiles", y es cierto, pero...
¿Qué ocurre si lo que buscas es, sencillamente, que sigan jugando cuando sean seniors?
¿Que ocurre si renuncias al nivel de su juego buscando que sigan jugando?
Porque insisto, no estoy hablando de los convencidos del baloncesto, estoy hablando de ese gran porcentaje de jóvenes que juega a baloncesto y sabe que no es su futuro trabajo (al menos por el momento), sino que están porque les gusta, ni más ni menos.
¿No deberíamos hacer todo lo posible como entrenadores de FORMACION, para conseguir que sigan sintiéndose a gusto practicando este maravilloso y educativo deporte?
En esos casos, ¿no sería positivo diferenciar los entrenamientos, al menos parcialmente, para que se vuelvan a enganchar?, para que sientan que aportan, que son importantes, para que vuelvan a encontrar el POR QUÉ seguir con el baloncesto?
Porque si siguen jugando, se benefician l@s chic@s, los equipos, los clubs y el BA-LON-CES-TO.
Hoy más que nunca me gustaría recibir vuestros comentarios y opiniones al respecto, como entrenadores, como jugadores, aficionados o como padres.
Gracias
Hola Ángel, por mi experiencia el elemento clave es el cambio de "Focus". Con la adolescencia el centro de gravedad ya no es el juego/deporte sino las fuertes relaciones personales (amigos y parejas). Si en el equipo no se han creado vínculos fuertes se pierde el interés en seguir en ello. Mario
ResponderEliminarHola Mario:
EliminarEs un comentario a tener en cuenta. Deberiamos buscar fomentar la relación entre jugadores en etapas inferiores, con el fin de, al llegar ese momento, exista un vínculo a favor de seguir en el baloncesto. Gracias
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Angel, partiendo que a este nivel la competición entre equipos no es de élite, un aspecto impotante a considerar es la Equidad, conseguir que tod@s los jugador@s se sientan por igual y que todos aportan lo mismo al equipo, aun sabiendo que no tod@s tienen el mismo rendimiento y esto haga que no obtengas los resultados que deseas.Marcos.
ResponderEliminarGracias por el comentario
EliminarNo es competición de élite, pero desgraciadamente hay entrenadores y padres que lo creen, y eso no ayuda en baloncesto de formacion
EliminarHolas! Escribe uno que lo dejó como jugador federado, a los 17. Una lesión en la espalda fue el detonante, pero me acabó llenando más otra actividad que realizaba, como monitor de tiempo libre, y en la que -como dice Mario- encontré amigos y pareja. Aún así, de los 16 a los 26 fui entrenador y desde que lo dejé fui encontrando lugares donde jugar a otro nivel, un equipo en la universidad o en una liga de empresas, apuntarme por mi cuenta a entrenamientos del equipo del pueblo o jugar un par de horas a la semana con gente que dejó la competición o con otros que nunga la practicaron. Soy padre de un niño que juega en benjamines. No sé si llegará a senior, pero aspiro a que el baloncesto le ayude a ser feliz y a compartirlo con otros. Los entrenadores que encuentre serán importantes en ello y creo que harán buen trabajo si logran que tod@s se sientan parte del equipo y experimenten esa sensación de exigencia, trabajo, satisfacción, frustraciones y logros compartidos. Si, además, acaba en un club donde eso se amplíe al conjunto y acabe colaborando como mesa, árbitro, segundo entrenador... puede que también siga de otra manera. Albert
ResponderEliminarGracias por el comentario y espero que tu hijo siga jugando en senior.
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