miércoles, 10 de mayo de 2017

EL ENTRENAMIENTO EN LA ADOLESCENCIA. ENCONTRANDO SU ROL

Hola a todos de nuevo.

Hoy voy a tratar de exponer una cuestión polémica entre los entrenadores que trata sobre si todos deben entrenar igual o no.

El planteamiento inicial no trae ninguna duda. En categorías de mini, desde luego, es impensable que se diferencien entrenamientos por altura, corpulencia, o coordinación de l@s chic@s.

Pero... qué ocurre en las categorías infantil y cadete?

Para mi hay una palabra que me hace pensar, y mucho, en si se debe seguir con la misma rutina o diferenciar, y esa parabra es ADOLESCENCIA.

El adolescente es una persona que empieza a tener otras inquietudes, que se empieza a preguntar el por qué y que és total y absolutamente cortoplacista, no existe "mañana", solo existe "hoy".

Todos sabemos que la categoría en la que las chicas abandonan el baloncesto principalmente es en infantil-cadete y los chicos cadete-junior. Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre el tema, pero lo que está claro es que coincide con el inicio de la adolescencia, en chicas (12-13 años) y en chicos (14-15 años).

Por lo tanto ¿no será que, quizá, no entrenamos pensando, también, en la situación (mental , hormonal, psicológica etc etc) de los chic@s?  

Pero no hablo de esos chic@s "locos" por el basquet, fieles y convencidos de este maravilloso deporte, sino por aquellos que van a practicar este deporte porque llevan varios años haciéndolo, por el ambiente o porque van sus amigos y que les gusta, pero......

¿Por qué se desenganchan? ¿Qué ha dejado de gustarles?

Posiblemente, y es mi humilde opinión, los chic@s se sienten descolocados, sienten que no aportan y que el baloncesto no les aporta, es como si estuviesen perdiendo el tiempo. Y es ahí donde debemos plantearnos el reforzar la parte educativa a la parte técnica, me explico.

Como he comentado en otras entradas, el baloncesto transmite unos valores magníficos y es un elemento vehicular excelente para la educación de los jóvenes.

¿No deberíamos, entonces, pensar menos en el individuo como jugador y más en el individuo como persona?

Recientemente, leí un tweet de un entrenador que decía más o menos "Si enseñas a infantiles a jugar como seniors, cuando sean senior jugarán como infantiles", y es cierto, pero...

¿Qué ocurre si lo que buscas es, sencillamente, que sigan jugando cuando sean seniors?
 
¿Que ocurre si renuncias al nivel de su juego buscando que sigan jugando?

Porque insisto, no estoy hablando de los convencidos del baloncesto, estoy hablando de ese gran porcentaje de jóvenes que juega a baloncesto y sabe que no es su futuro trabajo (al menos por el momento), sino que están porque les gusta, ni más ni menos.
¿No deberíamos hacer todo lo posible como entrenadores de FORMACION, para conseguir que sigan sintiéndose a gusto practicando este maravilloso y educativo deporte?

En esos casos, ¿no sería positivo diferenciar los entrenamientos, al menos parcialmente, para que se vuelvan a enganchar?, para que sientan que aportan, que son importantes, para que vuelvan a encontrar el POR QUÉ seguir con el baloncesto?

Porque si siguen jugando, se benefician l@s chic@s, los equipos, los clubs y el BA-LON-CES-TO.

Hoy más que nunca me gustaría recibir vuestros comentarios y opiniones al respecto, como entrenadores, como jugadores, aficionados o como padres.

Gracias